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Building Bridges
Hispanic Heritage Month and the work we have to do in the name of community
The E’ville Good

Hello againWe’ve been away from this newsletter, but not from bilingual reporting. Since June, our founder Amy has been working on a project funded by The Joyce Foundation on polarization through the lens of soccer. Work continues this month, and we are seeking additional opinions and voices to talk about what divides us and what brings us together in rural southwest Minnesota — Jackson and Nobles Counties especially. Hola de nuevoHemos estado ausentes de este boletín, pero no de la cobertura bilingüe. Desde junio, nuestra fundadora, Amy, ha estado trabajando en un proyecto financiado por la Fundación Joyce sobre la polarización desde la perspectiva del fútbol. El trabajo continúa este mes y buscamos más opiniones y voces para hablar sobre lo que nos divide y lo que nos une en la zona rural del suroeste de Minnesota, especialmente en los condados de Jackson y Nobles. | ![]() Worthington, Minnesota vs. Estherville Iowa |
Feature Story
Hispanic Heritage Month starts today — what does that mean for a rural community?
Hoy comienza el Mes de la Herencia Hispana: ¿qué significa eso para una comunidad rural?

Hispanic Heritage Month begins today, running through October 15, celebrating the contributions of Latino Americans whose ancestors came from Spain, Mexico, the Caribbean, and Central and South America. In southwest Minnesota and northwest Iowa, this recognition takes on particular significance as our communities navigate the practical realities of demographic change.
The timing coincides with our ongoing research into how rural communities maintain democratic participation despite pressures designed to create division. Through a Joyce Foundation grant, we're documenting spaces where cross-cultural relationships form naturally - from soccer fields in Worthington to ESL classes at Jackson Center for the Arts.
What emerges from this work challenges conventional polarization narratives. Federal enforcement policies may attempt to fracture communities, but local economic interdependence and shared civic spaces create different dynamics. Business owners discover they need bilingual workers. Parents find their children playing alongside kids from Mexico and Somalia. Sunday soccer games create relationships that extend into weekday workplace cooperation.
The data supports this complexity. While political rhetoric emphasizes division, 68% of Americans now support labor unions - the highest level since the 1960s, according to Pew Research. Minnesota's new pay transparency law, taking effect January 1, requires employers with 30 or more workers to include salary ranges in job postings. These policies recognize that economic fairness benefits all workers, regardless of origin.
Consider the Heritage Fiesta scheduled for September 18 at Jackson Center for the Arts, featuring musical guest Freddy y sus teclados magicos and a salsa competition. This isn't just cultural celebration - it's civic engagement. The same families participating in ESL classes are creating public spaces where longtime residents and newer immigrants interact as neighbors rather than abstract political positions.
Our research documents how these informal integration mechanisms function more effectively than formal programs. Pastor Lucio and Vaneta's Mexico-Minnesota communication workshops teach practical skills like understanding warm versus cold cultural communication styles. Their 80/20 rule helps navigate cross-cultural workplace dynamics that benefit everyone involved.
The polarization work reveals something crucial: communities experiencing demographic change often operate differently than national political rhetoric suggests. Federal policies designed to create fear and division encounter local relationships built around economic necessity and shared civic participation.
This Hispanic Heritage Month, we'll continue documenting these bridge-building spaces - not because they eliminate all tensions, but because they demonstrate how democracy actually functions when people choose community cooperation over manufactured conflict.
Amy Peterson is investigating rural community resilience through support from the Joyce Foundation and partnership with MinnPost.
En Español
El Mes de la Herencia Hispana comienza hoy y se extiende hasta el 15 de octubre, celebrando las contribuciones de los latinoamericanos cuyos ancestros provienen de España, México, el Caribe, Centroamérica y Sudamérica. En el suroeste de Minnesota y el noroeste de Iowa, este reconocimiento cobra especial importancia a medida que nuestras comunidades se enfrentan a las realidades prácticas del cambio demográfico.
Esta fecha coincide con nuestra investigación en curso sobre cómo las comunidades rurales mantienen la participación democrática a pesar de las presiones que buscan crear división. Gracias a una beca de la Fundación Joyce, documentamos espacios donde las relaciones interculturales se forman de forma natural, desde campos de fútbol en Worthington hasta clases de inglés como segundo idioma en el Centro Jackson para las Artes.
Los resultados de este trabajo desafían las narrativas convencionales sobre la polarización. Las políticas federales de cumplimiento de la ley pueden intentar fracturar las comunidades, pero la interdependencia económica local y los espacios cívicos compartidos crean dinámicas diferentes. Los empresarios descubren que necesitan trabajadores bilingües. Los padres encuentran a sus hijos jugando con niños de México y Somalia. Los partidos de fútbol dominicales crean relaciones que se extienden a la cooperación laboral entre semana.
Los datos respaldan esta complejidad. Mientras la retórica política enfatiza la división, el 68% de los estadounidenses apoya ahora a los sindicatos, el nivel más alto desde la década de 1960, según Pew Research. La nueva ley de transparencia salarial de Minnesota, que entra en vigor el 1 de enero, exige a los empleadores con 30 o más trabajadores que incluyan los rangos salariales en las ofertas de empleo. Estas políticas reconocen que la equidad económica beneficia a todos los trabajadores, independientemente de su origen.
Considere la Fiesta del Patrimonio, programada para el 18 de septiembre en el Jackson Center for the Arts, con la participación musical de Freddy y sus teclados mágicos y una competencia de salsa. No se trata solo de una celebración cultural, sino de compromiso cívico. Las mismas familias que participan en clases de inglés como segundo idioma (ESL) están creando espacios públicos donde los residentes de larga data y los inmigrantes más recientes interactúan como vecinos en lugar de como si expresaran posiciones políticas abstractas.
Nuestra investigación documenta cómo estos mecanismos informales de integración funcionan con mayor eficacia que los programas formales. Los talleres de comunicación México-Minnesota del pastor Lucio y Vaneta enseñan habilidades prácticas como comprender los estilos de comunicación cultural cálidos y fríos. Su regla 80/20 ayuda a gestionar dinámicas laborales interculturales que benefician a todos los involucrados.
El trabajo sobre polarización revela algo crucial: las comunidades que experimentan cambios demográficos a menudo operan de manera diferente a lo que sugiere la retórica política nacional. Las políticas federales diseñadas para generar miedo y división se topan con relaciones locales construidas en torno a la necesidad económica y la participación cívica compartida.
Este Mes de la Herencia Hispana, continuaremos documentando estos espacios que construyen puentes, no porque eliminen todas las tensiones, sino porque demuestran cómo funciona realmente la democracia cuando las personas optan por la cooperación comunitaria en lugar de los conflictos artificiales.
Amy Peterson investiga la resiliencia de las comunidades rurales con el apoyo de la Fundación Joyce y la colaboración con MinnPost.
